¿Alguna vez has sentido que tus dientes están más sensibles con el tiempo, como si fueran perdiendo su fuerza? ¿Has notado un cambio en el color, o incluso en la forma, sin haber tenido caries ni traumatismos? Puede que estés experimentando un proceso silencioso y muy común: el desgaste ácido dental. En Clínica Kreo, en Aravaca, lo vemos cada vez con más frecuencia.
Este fenómeno, también conocido como erosión dental ácida, ocurre cuando el esmalte se debilita por el contacto continuado con ácidos, ya sean provenientes de la dieta o del propio organismo. Y lo más preocupante es que muchos pacientes no se dan cuenta hasta que el daño ya es evidente.
¿Qué es exactamente el desgaste ácido del esmalte?
El esmalte dental es la capa más dura del cuerpo humano, incluso más que el hueso. Sin embargo, es muy vulnerable al ácido. Cuando el pH de la boca baja por debajo de 5,5, empieza un proceso de desmineralización que disuelve los cristales que lo forman. Esto debilita su estructura y deja al diente más expuesto a la sensibilidad, al cambio de forma e incluso a roturas.
¿En qué se diferencia del desgaste por bruxismo o cepillado?
Mientras que el bruxismo genera un desgaste por fricción y el cepillado agresivo lo hace por abrasión, el desgaste ácido se produce por una reacción química. No requiere movimiento ni presión. Solo con que los dientes estén en contacto con ácidos durante un tiempo prolongado, el daño se va acumulando.
Principales causas del desgaste ácido dental
El origen de esta erosión puede dividirse en dos grandes grupos: causas extrínsecas (externas) y causas intrínsecas (internas).
1. Causas extrínsecas: lo que comemos y bebemos
1.1 Bebidas ácidas
- Refrescos carbonatados, incluso los “zero”
- Bebidas energéticas y deportivas
- Zumos naturales de frutas cítricas (naranja, limón, piña, etc.)
- Tés helados y vinagres en ayunas
1.2 Alimentos ácidos
- Frutas cítricas y tropicales
- Tomate crudo en exceso
- Salsas con vinagre o limón
- Snacks ultra procesados con sabor ácido
1.3 Hábitos erróneos
- Beber refrescos a sorbos durante horas
- Tomar fruta cítrica antes de dormir sin cepillarse después
- Chupar limón directamente (más común de lo que parece)
2. Causas intrínsecas: lo que pasa dentro del cuerpo
2.1 Reflujo gastroesofágico
Cuando el ácido del estómago sube al esófago y alcanza la cavidad oral, daña los dientes desde dentro, especialmente los posteriores inferiores.
2.2 Vómitos frecuentes o trastornos alimentarios
En pacientes con bulimia, gastritis crónica o quimioterapia, el vómito recurrente expone los dientes a ácido gástrico de forma directa y repetida.
2.3 Xerostomía o boca seca
La saliva es el amortiguador natural del pH. Cuando escasea, por fármacos, edad o enfermedades sistémicas, los ácidos actúan con más fuerza.
¿Qué signos delatan que hay erosión ácida en tu boca?
Muchos pacientes piensan que todo está bien hasta que notan sensibilidad. Pero hay signos clínicos claros que podemos detectar incluso antes de que el daño avance:
- Transparencia en los bordes de los dientes
- Color amarillento (por exposición de la dentina)
- Superficie más lisa y sin brillo
- Hundimiento en el centro de los molares
- Mayor sensibilidad al frío o al cepillado
- Facilidad para que se rompan los bordes
Fases del desgaste ácido dental
Como todo proceso crónico, la erosión del esmalte tiene distintas fases que es importante reconocer para aplicar el tratamiento adecuado en cada caso.
Fase 1: Desmineralización inicial
Apenas visible a simple vista. El esmalte pierde brillo y se vuelve más poroso. A menudo, no hay síntomas.
Fase 2: Cambios estructurales visibles
El esmalte empieza a adelgazar. Aparece sensibilidad, transparencia en los bordes y ligera decoloración.
Fase 3: Exposición de dentina
El diente pierde su protección natural. El color amarillento es más evidente. La sensibilidad puede ser intensa.
Fase 4: Pérdida de forma y fracturas
Hay erosión estructural. Piezas que se quiebran fácilmente, dolores espontáneos, dificultad para masticar.
¿Cómo tratamos el desgaste ácido en Clínica Kreo?
En nuestra clínica en Aravaca (Madrid), abordamos cada caso de erosión dental de forma individualizada, combinando tecnología avanzada con técnicas conservadoras.
1. Diagnóstico preciso con escáner intraoral
Mediante imágenes digitales y mapeo 3D, podemos medir milimétricamente el grosor del esmalte, ver zonas de desgaste activo y establecer un seguimiento comparativo en el tiempo.
2. Remineralización de esmalte en fases tempranas
Cuando la desmineralización no ha llegado a la dentina, podemos aplicar tratamientos remineralizantes con flúor y calcio bioactivo para reforzar el esmalte y frenar el avance.
3. Restauraciones estéticas sin tallado
En fases más avanzadas, recurrimos a resinas fluidas, carillas mínimamente invasivas o composites adhesivos para recuperar la forma y proteger la pieza.
4. Férulas protectoras
Diseñamos férulas de uso nocturno si hay combinación de erosión y bruxismo. Esto evita más daño y da tiempo al diente para estabilizarse.
5. Enfoque multidisciplinar
En casos de reflujo o trastornos digestivos, derivamos al especialista correspondiente para atacar la causa desde el origen.
Recomendaciones prácticas para evitar el desgaste ácido dental
Pequeños cambios en tu rutina pueden marcar una gran diferencia. Aquí te dejamos nuestros consejos desde Clínica Kreo:
- Evita cepillarte justo después de tomar algo ácido: espera al menos 30 minutos para no arrastrar el esmalte debilitado.
- Bebe con pajita en el caso de bebidas ácidas, para que el líquido tenga el menor contacto posible con los dientes.
- Enjuágate con agua tras cada bebida o alimento ácido.
- Consulta si tienes síntomas de reflujo o molestias digestivas frecuentes.
- Acude a revisiones periódicas incluso si no sientes dolor. La erosión es silenciosa hasta fases muy avanzadas.
Si vives en Aravaca o zonas cercanas de Madrid (Pozuelo, Las Rozas, Moncloa, Majadahonda, etc), y sospechas que tus dientes están cambiando de forma o sensibilidad sin motivo aparente, puede que el ácido esté actuando más de lo que crees. Lo importante es detectarlo a tiempo y actuar con tratamientos conservadores que salven tu esmalte antes de que sea demasiado tarde.