¿Alguna vez te han dicho que te sientes mal o que caminas con los hombros hacia adelante? Puede parecer un simple detalle estético o una costumbre más, pero lo cierto es que la forma en que te colocas, cómo duermes o incluso cómo apoyas la cabeza al mirar el móvil puede influir directamente en cómo muerden tus dientes. En Clínica Kreo, en Aravaca (Madrid), cada vez detectamos más casos donde problemas posturales se traducen en alteraciones dentales reales.
En este artículo vamos a profundizar en cómo se relacionan la postura corporal y la mordida, qué hábitos están alterando tu equilibrio orofacial sin que te des cuenta, y cómo podemos corregir este tipo de desajustes desde un enfoque multidisciplinar.
La conexión entre la postura y el sistema masticatorio
Para entender por qué tu forma de sentarte o dormir puede afectar tu mordida, hay que recordar que el cuerpo funciona como una unidad. Nada está desconectado. El cráneo, la mandíbula, la columna cervical y los músculos del cuello trabajan en conjunto, en equilibrio. Si una de estas piezas se desajusta, las demás compensan como pueden.
¿Qué es el sistema estomatognático?
Es el conjunto de estructuras que permiten funciones como hablar, masticar, tragar o respirar. Está formado por:
- Dientes
- Maxilares (superior e inferior)
- Articulaciones temporomandibulares (ATM)
- Músculos faciales y cervicales
- Lengua, labios, paladar y encías
Este sistema está íntimamente ligado a la postura general del cuerpo, especialmente a la alineación del cuello y la cabeza. Por eso, si hay un problema postural crónico, la mandíbula también se ve afectada.
Posturas comunes que alteran la mordida
Algunas posturas que adoptamos de forma casi automática pueden generar presión constante sobre ciertas zonas musculares o articulares. Con el tiempo, estas tensiones se traducen en un desequilibrio funcional que afecta a cómo se posiciona la mandíbula y, por tanto, a cómo encajan los dientes.
1. Cabeza adelantada o hacia adelante
También conocida como «postura del móvil» o tech neck. Es una de las causas más frecuentes de desajustes mandibulares en jóvenes y adultos hoy en día.
Consecuencias:
- Alteración del ángulo cráneo-cervical
- Tensión en la ATM (articulación temporomandibular)
- Compensaciones musculares que modifican la oclusión
2. Dormir boca abajo o con la cabeza girada
Este hábito altera la posición natural de la mandíbula durante muchas horas seguidas. Además, genera un patrón asimétrico que afecta directamente a los músculos de la masticación.
3. Apoyar la cara sobre una mano al estar sentado
¿Te apoyas la barbilla sobre la palma cuando estás en el ordenador o viendo la tele? Esa presión constante en un solo lado de la mandíbula puede provocar desviaciones funcionales.
4. Sentarse encorvado o con los hombros caídos
Cuando la columna torácica se flexiona excesivamente hacia adelante, se altera la posición del cuello y la cabeza, lo que repercute en la tensión mandibular.
¿Qué problemas dentales puede generar una mala postura?
No se trata solo de una molestia en el cuello. Estos cambios posturales mantenidos en el tiempo pueden afectar directamente a tu salud oral:
1. Mordida cruzada o asimétrica
La mandíbula puede girar ligeramente o inclinarse hacia un lado, generando un contacto desigual entre los dientes superiores e inferiores.
2. Bruxismo
El estrés muscular acumulado por una mala postura puede derivar en apretamiento dental inconsciente, especialmente durante la noche.
3. Dolor orofacial y disfunción de la ATM
La sobrecarga de la articulación mandibular puede generar chasquidos, limitación de apertura o dolor al masticar.
4. Desgaste dental
Una mordida mal equilibrada provoca contactos inadecuados que, con el tiempo, desgastan el esmalte.
5. Dificultad para respirar correctamente
Algunas posturas afectan la posición de la lengua y el paladar, comprometiendo la respiración nasal y favoreciendo problemas como la apnea del sueño.
¿Cómo saber si tu postura está afectando tu mordida?
Puede que no lo notes de inmediato, pero hay ciertos signos que deberían hacerte pensar:
- Dolor recurrente en la mandíbula, cuello o espalda alta
- Chasquidos al abrir o cerrar la boca
- Sensación de que los dientes «no encajan bien»
- Cambios en la forma de morder tras un tiempo con mucho estrés postural
- Dientes que se están desgastando o moviendo sin razón aparente
Si te identificas con alguno de estos puntos, puede que tu mordida esté siendo afectada por tu postura corporal.
Tratamiento en Clínica Kreo: una visión multidisciplinar desde Aravaca
En Clínica Kreo no solo analizamos tu boca, sino cómo se relaciona con el resto de tu cuerpo. Para casos de alteraciones de la mordida relacionadas con la postura, ofrecemos un enfoque integral que puede incluir:
1. Estudio digital de la oclusión y articulaciones
Utilizamos escáneres intraorales y registros 3D para analizar cómo encajan tus dientes y cómo se mueve tu mandíbula. Esto nos permite ver si hay descompensaciones derivadas de la postura.
2. Ortodoncia funcional o invisible
En casos donde ya hay desplazamientos dentales, empleamos ortodoncia adaptada al patrón mandibular, para devolver el equilibrio y mejorar la estética.
3. Férulas de descarga o estabilización
Ideales para reducir la presión sobre la ATM y permitir que los músculos se relajen mientras corregimos el origen del problema.
4. Coordinación con fisioterapia postural
Colaboramos con fisioterapeutas y osteópatas especializados en reeducación postural global (RPG), para abordar el origen muscular y articular del desequilibrio.
5. Reeducación de hábitos y ejercicios miofuncionales
Enseñamos al paciente a reconocer y corregir los gestos repetitivos que alteran la mordida, desde cómo colocarse al dormir hasta cómo sostener el móvil.
Recomendaciones para cuidar tu postura… y tu mordida
Adoptar buenas posturas en el día a día es clave para mantener una oclusión sana. Aquí van algunos consejos prácticos:
- Coloca las pantallas a la altura de los ojos para evitar flexionar el cuello hacia adelante.
- Evita dormir boca abajo o con la cabeza girada muchas horas.
- Haz pausas activas si trabajas muchas horas sentado. Estira el cuello, hombros y espalda.
- Corrige la postura al sentarte: pies apoyados, espalda recta y hombros relajados.
- No apoyes la cara sobre las manos al estudiar o trabajar.
Tu postura no solo habla de ti… también moldea tu sonrisa.